El con su carita de niño, esos ojos hermoso y su sonrisa tan radiante como siempre.
Me esperaba con su corazón abierto, y yo corría para llegar a el. Cada vez se alejaba más, mi corazón se apretaba, se cerraba. Un vacío en el pecho, fue acompañado de un frío helado.
Lloraba a mares la vida, el desamor. Lloraba a mares tu pérdida, mi gran amor.
El cielo se torno en un oscuro gris, las nubes proclamaban una gran tormenta.
Y yo tirada en el suelo, volviendo a caer. Con el corazón mas estrujado que nunca, diciéndole Chau a un desamor, un amor que existió pero se fugó. Llorando a chorros que la vida me lo quitó y que no fui capaz de llegar hasta el.
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