
compuertas del llanto, empaparnos el alma, la camiseta, inundar las veredas y los paseos y salvarnos a nado de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología llorando, festejar los cumpleaños familiares llorando, atravesar el África llorando.
Llorar como un cacún (?, como un cocodrilo, si es verdad que los cacunes y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas, llorarlo por el ombligo, por la boca; llorar de amor,
de hastío, de alegría, llorar de frac, de flaco, de flacura, llorar improvisando, llorar de memoria. Llorar todo el insomnio, y todo el día.
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