Lulit.

Lulit.

lunes, 6 de septiembre de 2010


Es un dolor, en el fondo del pecho. Algo que me quiero arrancar de raíz.
Volver a girar en falso la rueda de la fortuna y que otra vez se derrumbara. Porque todo se vuelve a tornar gris?, porque cuando había decidido volver a contar otro cuento aparece otro personaje y vuelve a destrozarlo?. Porque vuelvo a contar un cuento sin final?. Porque no puedo encontrar el personaje perfecto, para poder crear mi cuento de hadas?, MI cuento. Porque no puedo realmente ser feliz aunque sea por momentos?. Porque hoy me toca escribir otro cuento?, porque pensé que ese podía tener un final feliz?. Porque, porque, porque, la famosa pregunta de TODOS los días, a TODA hora. El famoso porque sin respuesta, que se vuelve a presentar. El volver a escribir otro cuento, nos hace realizarnos muchísimas preguntas; pero más que nada muchísimos porqués. Que serían muchísimas preguntas sin respuestas, preguntas que quizás el tiempo me las responda.
Quizás llega un momento en que ya no se tiene las mismas fuerzas para levantarse y volver a colocar bien la rueda para volver a girarla, ni para romper toda esa costumbre y ponerse de pie para contar otro cuento. Quizás ya no hay fuerzas ni para poder seguir luchando.... y es absurdo caerse por esto? Sí, lo es. Pero es la gota que derrama el vaso, la tuerca que desequilibra la rueda. La carta que falta, me derrumbé. Si quizás encuentre o no las fuerzas necesarias, es cuestión de tiempo. Dicen que todo es soportable, hasta el dolor más profundo. Si lo es, es cuestión de probar y hacer las cosas bien y con tiempo empezar arrancarse de raíz eso que se viene sintiendo incómodo y doloroso.
Es volver a sonreír en las mañanas, y es volver a mirar a la cara aquella persona que nos traicionó. Hay que superarlo sabiendo pronunciar el dolor con todas las letras, hay que superarlo a medida que el tiempo pase y los buenos momentos comiencen a llegar. Después de cada llanto hay miles de sonrisas.
Evitar nuevamente girar en falso la rueda es cuestión de comenzar hacer bien las cosas, es cuestión de poner ganas, es cuestión de aprender a girar la rueda para no volver a caer. Es cuestión de tiempo, de dejar que las cosas fluyan. Dejar los porque de lado y mostrar los para que. Para mi felicidad, mi vida, mi alegría, mi sonrisa, mi soledad. Para todas esas cosas es que las cosas que lleguen de ahora en más las voy a elegir. Así poder aprender a escribir un cuento diferente.

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